Las palabras aceptadas abarcan el espacio
En todas las lenguas naturales las palabras abarcan el espacio de posibles combinaciones de letras o fonemas, pero hay amplios espacios entre ellas. Los espacios evitan errores cuando la comunicación se produce en presencia de ruido que es menos de cierto nivel. Asimismo, parecería que las especies existentes abarcan el espacio de todos los tipos posibles de organismos, pero hay amplios espacios entre ellos. La existencia de los espacios posibilita la construcción de esquemas de clasificación natural. También conduce a la estabilidad de las características de la especie y milita contra los cambios graduales de una especie a otra.
La comparación de secuencias de nucleótidos no corroborará la evolución. En cambio, cuando los examinamos, descubrimos la base natural de los sistemas de clasificación. Como señaló Michael Denton[i], los sistemas de clasificación no muestran cómo una especie conduce a otra. Más bien, los sistemas de clasificación separan las especies.
[i] Denton, Michael, Evolution: A Theory in Crisis [Evolución: Una Teoría en Crisis] (Bethesda, Maryland: Adler & Adler, 1985), pág. 119ss.
El estado actual de cosas entre los organismos vivos es, por lo tanto, muy parecido al estado de cosas que encontramos en los idiomas naturales. Sabemos que los idiomas naturales no surgieron espontáneamente antes de que existiera la inteligencia. Entonces, ¿por qué pensarían que los organismos vivos surgieron espontáneamente antes de que existiera la inteligencia?
En todas las lenguas naturales las palabras abarcan el espacio de posibles combinaciones de letras o fonemas, pero hay amplios espacios entre ellas. Los espacios evitan errores cuando la comunicación se produce en presencia de ruido que es menos de cierto nivel. Asimismo, parecería que las especies existentes abarcan el espacio de todos los tipos posibles de organismos, pero hay amplios espacios entre ellos. La existencia de los espacios posibilita la construcción de esquemas de clasificación natural. También conduce a la estabilidad de las características de la especie y milita contra los cambios graduales de una especie a otra.
La comparación de secuencias de nucleótidos no corroborará la evolución. En cambio, cuando los examinamos, descubrimos la base natural de los sistemas de clasificación. Como señaló Michael Denton[i], los sistemas de clasificación no muestran cómo una especie conduce a otra. Más bien, los sistemas de clasificación separan las especies.
[i] Denton, Michael, Evolution: A Theory in Crisis [Evolución: Una Teoría en Crisis] (Bethesda, Maryland: Adler & Adler, 1985), pág. 119ss.
El estado actual de cosas entre los organismos vivos es, por lo tanto, muy parecido al estado de cosas que encontramos en los idiomas naturales. Sabemos que los idiomas naturales no surgieron espontáneamente antes de que existiera la inteligencia. Entonces, ¿por qué pensarían que los organismos vivos surgieron espontáneamente antes de que existiera la inteligencia?