Un reto para los darwinistas
A lo largo de los años, constantemente aparecen en el mercado nuevos productos de todo tipo. Son el resultado de la invención humana, guiada por la intuición y el sentido común, y esos factores rectores no son programables. Por otro lado, el darwinismo ofrece una explicación de nuestra existencia sin una intervención intencionada. El darwinismo le ha dado un gran impulso al materialismo, la filosofía que dice que solo existe el mundo material, no el mundo espiritual. Los darwinistas tienen preferencia por el materialismo. ¿Qué es más materialista que el deseo de enriquecerse rápidamente? Los darwinistas nunca han sido capaces de hacer funcionar la evolución artificial y cosechar los enormes beneficios que promete. Entonces, ¿por qué deberíamos aceptar sin cuestionar su dogma de que somos el producto de la evolución? Primero deben demostrar que el proceso funciona.
El problema que tienen los darwinistas con la selección natural no es que no funcione. El problema es que la selección natural de pequeñas variaciones es insuficiente para producir la gran variedad de formas de vida que se encuentran en la Tierra. El darwinismo necesita una serie coordinada de avances oportunos para crear todas las especies y filos modernos a partir de organismos unicelulares en el espacio de 620 millones de años desde la Explosión Precámbrica.
Aquí está el desafío para los darwinistas. Este desafío no es más difícil en principio que la tarea que miles de programadores informáticos han aceptado, la de escribir un programa de diseño automático para optimizar algún producto utilizando una serie de pequeños cambios. Deje que los darwinistas elijan dos especies que no puedan cruzarse y producir descendencia reproductora. No sea la imposibilidad de cruzar simplemente causada por las diferencias en el ritual de apareamiento o en los tiempos de alimentación. Las especies deberían ser innegablemente diferentes. Dejemos que los darwinistas demuestren a nivel molecular que existe al menos un camino posible de una especie a otra, limitando cada paso a pequeños cambios solo en la codificación del ADN. Deben mostrar que hay escalones muy próximos entre sí, sin saltos ni pasos gigantes. En esta primera demostración nos abstendremos de pedir fósiles para mostrar los eslabones perdidos. Todo lo que los darwinistas necesitan hacer es mostrar que los pequeños cambios pueden pasar del genoma de una especie de su elección al genoma de cualquier otra especie realmente distinta que elijan, siempre que en cada paso del camino la forma de transición del genoma siga siendo viable. La carga de la prueba es de ellos.
Aquellos que acepten el desafío deben entender que están trabajando en contra de una ley física bien establecida. Para entender esto, necesitamos entender la termodinámica.
Termodinámica, información y creación
Los signos proporcionan información y los organismos vivos tienen información escrita en su código genético. Las personas pueden intercambiar información utilizando sistemas complejos de signos auditivos y visuales llamados lenguajes. Esto nos lleva a un punto conveniente para introducir la termodinámica.
Einstein tenía una visión muy elevada de la termodinámica. Él dijo:
Una teoría es tanto más impresionante cuanto mayor es la sencillez de sus premisas, cuantos más tipos diferentes de cosas relaciona y cuanto más amplia es su área de aplicación. Por lo tanto, la profunda impresión que me causó la termodinámica clásica. Es la única teoría física de contenido universal respecto de la cual estoy convencido de que, en el marco de la aplicabilidad de sus conceptos básicos, nunca será derrocada.[i]
[i] Einstein, Albert, notas autobiográficas en Albert Einstein: Philosopher-Scientist [Filósifo-cientista], P. A. Schilpp, editor, Library of Living Philosophers series (Londres: Cambridge University Press, 1970), volumen VII, página 33.
La primera ley de la termodinámica
Las leyes de la termodinámica gobiernan todos los procesos físicos sin excepción. Tienen tolerancia cero para los procesos no conformes. La primera ley es simplemente la ley de la conservación de la energía, incluida la energía equivalente de la materia. Hablamos de eso en Los primeros tres días de la Tierra cuando presentamos la teoría de la relatividad.
La primera ley de la termodinámica a veces se llama la ley de "no hay almuerzo gratis". De vez en cuando la gente recibe lo que cree que es un almuerzo gratis, pero alguien siempre tiene que pagar. La segunda ley trata sobre el desorden y la información. La segunda ley dice que ningún almuerzo decente puede salir de una máquina que pasa basura a través de un filtro simple. Veremos por qué no después de explicar la segunda ley.
A lo largo de los años, constantemente aparecen en el mercado nuevos productos de todo tipo. Son el resultado de la invención humana, guiada por la intuición y el sentido común, y esos factores rectores no son programables. Por otro lado, el darwinismo ofrece una explicación de nuestra existencia sin una intervención intencionada. El darwinismo le ha dado un gran impulso al materialismo, la filosofía que dice que solo existe el mundo material, no el mundo espiritual. Los darwinistas tienen preferencia por el materialismo. ¿Qué es más materialista que el deseo de enriquecerse rápidamente? Los darwinistas nunca han sido capaces de hacer funcionar la evolución artificial y cosechar los enormes beneficios que promete. Entonces, ¿por qué deberíamos aceptar sin cuestionar su dogma de que somos el producto de la evolución? Primero deben demostrar que el proceso funciona.
El problema que tienen los darwinistas con la selección natural no es que no funcione. El problema es que la selección natural de pequeñas variaciones es insuficiente para producir la gran variedad de formas de vida que se encuentran en la Tierra. El darwinismo necesita una serie coordinada de avances oportunos para crear todas las especies y filos modernos a partir de organismos unicelulares en el espacio de 620 millones de años desde la Explosión Precámbrica.
Aquí está el desafío para los darwinistas. Este desafío no es más difícil en principio que la tarea que miles de programadores informáticos han aceptado, la de escribir un programa de diseño automático para optimizar algún producto utilizando una serie de pequeños cambios. Deje que los darwinistas elijan dos especies que no puedan cruzarse y producir descendencia reproductora. No sea la imposibilidad de cruzar simplemente causada por las diferencias en el ritual de apareamiento o en los tiempos de alimentación. Las especies deberían ser innegablemente diferentes. Dejemos que los darwinistas demuestren a nivel molecular que existe al menos un camino posible de una especie a otra, limitando cada paso a pequeños cambios solo en la codificación del ADN. Deben mostrar que hay escalones muy próximos entre sí, sin saltos ni pasos gigantes. En esta primera demostración nos abstendremos de pedir fósiles para mostrar los eslabones perdidos. Todo lo que los darwinistas necesitan hacer es mostrar que los pequeños cambios pueden pasar del genoma de una especie de su elección al genoma de cualquier otra especie realmente distinta que elijan, siempre que en cada paso del camino la forma de transición del genoma siga siendo viable. La carga de la prueba es de ellos.
Aquellos que acepten el desafío deben entender que están trabajando en contra de una ley física bien establecida. Para entender esto, necesitamos entender la termodinámica.
Termodinámica, información y creación
Los signos proporcionan información y los organismos vivos tienen información escrita en su código genético. Las personas pueden intercambiar información utilizando sistemas complejos de signos auditivos y visuales llamados lenguajes. Esto nos lleva a un punto conveniente para introducir la termodinámica.
Einstein tenía una visión muy elevada de la termodinámica. Él dijo:
Una teoría es tanto más impresionante cuanto mayor es la sencillez de sus premisas, cuantos más tipos diferentes de cosas relaciona y cuanto más amplia es su área de aplicación. Por lo tanto, la profunda impresión que me causó la termodinámica clásica. Es la única teoría física de contenido universal respecto de la cual estoy convencido de que, en el marco de la aplicabilidad de sus conceptos básicos, nunca será derrocada.[i]
[i] Einstein, Albert, notas autobiográficas en Albert Einstein: Philosopher-Scientist [Filósifo-cientista], P. A. Schilpp, editor, Library of Living Philosophers series (Londres: Cambridge University Press, 1970), volumen VII, página 33.
La primera ley de la termodinámica
Las leyes de la termodinámica gobiernan todos los procesos físicos sin excepción. Tienen tolerancia cero para los procesos no conformes. La primera ley es simplemente la ley de la conservación de la energía, incluida la energía equivalente de la materia. Hablamos de eso en Los primeros tres días de la Tierra cuando presentamos la teoría de la relatividad.
La primera ley de la termodinámica a veces se llama la ley de "no hay almuerzo gratis". De vez en cuando la gente recibe lo que cree que es un almuerzo gratis, pero alguien siempre tiene que pagar. La segunda ley trata sobre el desorden y la información. La segunda ley dice que ningún almuerzo decente puede salir de una máquina que pasa basura a través de un filtro simple. Veremos por qué no después de explicar la segunda ley.